Todos somos iguales.














El Apóstol Pablo había hallado la clave de la Salvación del mundo entero: NO rechazar a nadie. Si quería cambiar a un Judio se “convertía” en Judio, si anhelaba cambiar otra cultura, se “convertía” a esa cultura, si siguiéramos esta enseñanza ya hubiéramos salvado del infierno a cada ser humano sobre la faz del planeta. Raperos, Xtrials, Kpopers, Hipsters, Hardcores, Góticos, Hippies, Emos,…existen cientos de tribus urbanas actualmente y cada una posee su propia identidad, pretender que los góticos y los empresarios reciban el mensaje de Jesús explicado de la misma forma es absurdo, debemos adecuar las palabras y el estilo para que cada persona entienda el mensaje de salvación, de la misma manera en la que Jesús nos hablaba en parábolas. Si Jesús hubiera venido HOY en vez de hace 2016 años atrás, estoy seguro que sus mejores amigos fueran pornógrafos, otakus y ateos, y Sus Discípulos los hubiera escogido entre empresarios, grafiteros y drogadictos porque Él no vino a llamar a los “santos” sino a los pecadores. Él no escoge a los “buenos”, sino a nosotros, a los que necesitamos ser salvos. Él no rechaza a los “pecadores”, El se acerca a ellos y los TRANSFORMA con Su amor. Él nos acepta como somos, y luego nos transforma para que podamos agradarle y tener vida eterna. El pecado sucumbe ante el poder y amor de Dios.

Jesús NO etiquetó a las personas en “ateos”, “bisexuales”, “religiosos”, “negros”, “ricos”…, Él simplemente los Ama y les llama “Prójimos”. No importa el nombre del pecado, quien se arrepienta, deje de pecar y confié en Jesús, vivirá eternamente con Dios.

Hagamos una fiesta en las Iglesias, donde el gozo de la salvación y el futuro reino de Dios, transformen el pecado en amor y todos sin excepción sean bienvenidos a celebrar con júbilo. Un abrazo a un “pecador” puede hacer la diferencia entre si va al Cielo o al infierno, y sobre todo, muestra que JESÚS habita en ti.


Entre los judíos me volví judío, a fin de ganarlos a ellos. Entre los que viven bajo la ley me volví como los que están sometidos a ella (aunque yo mismo no vivo bajo la ley), a fin de ganar a estos. Entre los que no tienen la ley me volví como los que están sin ley (aunque no estoy libre de la ley de Dios, sino comprometido con la ley de Cristo), a fin de ganar a los que están sin ley. Entre los débiles me hice débil, a fin de ganar a los débiles. Me hice todo para todos, a fin de salvar a algunos por todos los medios posibles. Todo esto lo hago por causa del evangelio, para participar de sus frutos.  1 Corintios 9:20-23

Autor:  pastoralejandrorivas


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