Las 12 palabras que provocaron que una atea decidiera ser llamada “Hija de Dios”.













Si hubiera tenido que vender su propio cuerpo para lograrlo sin duda lo hubiera hecho. Lo había intentado todo, había agotado absolutamente todos sus recursos, toda alternativa había sido utilizada sin éxito, simplemente ya no había esperanza, ya no había nada que hacer.

Su mente recordaba todo el esfuerzo y lagrimas dejadas en esta horrible travesía.

Todos sus ahorros desgastados en estúpidas medicinas que aseguraban una “sanidad milagrosa”.
Cuantos tratamientos, cuantos médicos que solo robaron sus bienes y su esperanza.
Cuantas noches en vela, sin dormir, esperando ese “milagro” que nunca llego.
Cuantas lagrimas, cuanto llanto derramado inútilmente.

Cuantas promesas a las cuales se había aferrado como un capitán que se aferra al timón de su barco aún y cuando esté a punto de zozobrar; promesas que ahora se habían convertido en viles mentiras que atormentaban su presente, después de haber destruido totalmente su pasado y su futuro.
Su Fe estaba echa añicos.

Pero lo que mas le dolía, lo que realmente había destrozado su alma era que había tenido que soportarlo sola. El no estuvo con ella. ¿Como era posible que la única persona capaz de ayudarla le hubiera fallado? Ni una sola llamada, ni una explicación lógica a semejante insulto a una amistad que supuestamente era verdadera. Estuvieron juntos en aquellas inolvidables cenas llenas de risas y paz; compartieron tantos sueños, tanta vida; pero en el momento en que mas lo necesito, simplemente desapareció. Comprendía que su trabajo le impidiera pasar tanto tiempo juntos como a ella le hubiera gustado, pero no había excusa para semejante traición. Le había avisado con días de anticipación, era imposible bajo todo punto de vista que aun no estuviera con ella. ¿Donde diantres se encontraba? Un penetrante aroma lleno sus sentidos; si, ese nauseabundo olor seguía allí, atascando todo el lugar, como queriéndole recordar triunfante, su inminente y cruel victoria sobre la Vida. Aspiro profundo como queriendo que el mismo olor la terminara asesinando a ella también. El olor a muerte inundaba cada centímetro de ese lugar. Una voz femenina despertó sus pensamientos.

“El ha llegado y pregunta por ti.”


La mujer se levanto bruscamente sin mediar palabra, y se dirigió rápidamente hacia a la puerta. Increíble, al fin se había presentado, cuatro días después de su llamada de auxilio. Su semblante denotaba el cansancio y el enojo acumulado de varios días de soledad. Pensaba las palabras que le diría al verlo cara a cara. “¿Como te atreves a presentarte ahora? ¿Como pudiste hacerme esto a mi?” Pero algo sucedió. NO supo si fue la alegría de ver nuevamente a su Amigo de toda la vida o si sus emociones la traicionaron, pero sin decir palabra se lanzo a sus pies y lo abrazo profundamente, mientras rompió en llanto. Sus lagrimas empaparon los pies del hombre.

“Oh si tan siquiera hubieras estado aquí antes!” grito amargamente la mujer.
“Todo estará bien.” respondió dulcemente el hombre.

La mujer fue conmocionada por esas palabras. ¿Como podría decir semejante cosa? ¿Estaría consiente el hombre de sus palabras? Ella sabia que el hombre tenia poder, conocía su influencia perfectamente; también lo había visto sanar infinidad de veces: paralíticos volvieron a caminar, ciegos volvieron a ver e incluso una vez presencio el insólito milagro de convertir cinco peces en alimento para mas de 10,000 personas; pero esto era otra cosa, esta vez no necesitaba un Milagro…era demasiado tarde para eso. Su hermano ya había muerto. “Todo estará bien.” Volvió a repetir el hombre con una tranquilidad que rayaba en lo ridículo. Y luego sencillamente añadió: “quiten la piedra del sepulcro”. La mujer no podía concebir lo que estaba oyendo, ¿como se atrevía ahora abrir la tumba de su hermano? Primero no llega a tiempo; luego menosprecia sus sentimientos diciéndole simplemente que “todo estará bien”; ¿y luego planea hacer un circo de su profundo dolor? “No, mil veces no! no permitiré que hagas eso, ya lleva cuatro días de muerto, el hedor es realmente insoportable.”

“¿No te he dicho que si Crees, veras la Gloria de DIOS?”

Fueron las 12 palabras que impactaron la mente y el corazón de la mujer para siempre. Sus palabras retumbaron el lugar, la misma tierra tembló al escucharlas. La mujer cayó de rodillas, mientras su mente intentaba hacerse una idea de lo que ahora podría suceder. ¿Que planeaba hacer su Amigo? No había ya nadie a quien sanar. “No Amado Amigo, hace cuatro días hubiéramos podido presenciar como usabas tu poder milagroso y ver como aumentabas tus estadísticas sanando a otro ser humano, pero ahora, simplemente ya no hay nada que hacer… absolutamente nada…a menos…” la sola idea le erizo la piel y confronto su FE como nada antes lo había hecho. Ella conocía a su Amigo, conocía la gran influencia que tenia y el poder Milagroso que irradiaba, ¿pero resucitar muertos? Eso era sencillamente IMPOSIBLE. La mujer intento penetrar la profunda mirada de su Amigo para descubrir que planeaba hacer, pero su rostro era impasible, rodeado de una perfecta Paz. Se imagino por un instante que lo imposible podía volverse realidad, por un instante se dio el lujo de soñar con volver a pasar otra velada de chistes y comida italiana; por un solo instante imagino que la pesadilla terminaba y daba paso a una maravillosa realidad donde la muerte era vencida por el poder de la Vida…por unos segundos se perdió en su dulce sueño, sin imaginar que estaba a escasos momentos de verlo hecho realidad.

“Lázaro, sal de allí!”

Lázaro salio de la tumba envuelto en vendas y su rostro cubierto con el mismo pañuelo que María y su hermana Marta le habían colocado con tanto Amor, como un objeto de despedida hacia la vida eterna. Risas irrumpieron el lugar. Había felicidad nuevamente.

“Quítenle todas las vendas y déjenlo libre” dijo JESÚS, buscando el rostro de la ahora EX atea, María; mientras ella totalmente conmocionada tomaba una brutal decisión: creer que todo es posible. 12 palabras habían provocado que una atea decidiera ser llamada desde ese mismo instante “hija de Dios“. | Juan 11:1-44

LO IMPOSIBLE NO EXISTE.


Hemos limitado el mover de DIOS en nuestras vidas. Pensamos saber el mejor tiempo y lugar para hacer el Milagro, en vez de comprobar que Dios es el Dueño y Creador del tiempo y del universo, así que las variables tiempo y espacio le pertenecen a El. Creemos que El puede proveernos el alquiler de nuestro hogar, pero no que puede proveernos para comprar un edificio. Creemos que puede darnos “una pareja” pero dudamos de que Él nos vaya a presentar a nuestra Pareja Perfecta, creemos que puede sanar enfermos, pero no resucitar muertos, y lo irónico es que ambos “tipos” de Milagros están en la misma Biblia, y con escasos versículos de separación.


La fe es la acción científicamente comprobada de provocar milagros, por medio del conocimiento pleno del sacrificio perfecto de Jesús.

Mientras tu sigas en control tendrás profundos limites en tu vida, porque solo verás realizado lo que tu como ser humano puedes lograr, pero cuando rindes tu vida a Jesús, entonces pasas a vivir al nivel de lo sobrenatural, al nivel en el que absolutamente todo es posible. Jesús es la clave de todo, creer en Él te permite ser hecho hijo(a) de Dios, y entonces todo lo que pides te será hecho. Recuerda siempre las 12 palabras que transforman el ateísmo en milagros: “¿No te he dicho que si Crees, veras la Gloria de DIOS?”

Autor: pastoralejandrorivas

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